Puntos clave:
- Transición de la cuna a la cama después de los 36 meses, cuando su hijo comprenda las reglas y límites.
- Celebra la transición y coloca la cama donde estaba la cuna.
- Establece la hora de dormir aproximadamente 12 horas después de despertarse o 5 horas después de la siesta.
- Crea una rutina divertida antes de dormir, mantén la consistencia y muestra empatía durante la adaptación.
Ahora que tu hijo tiene nuevas habilidades emocionales, verbales y una mejor motricidad es probable que te estés preguntando si ya es momento de cambiarlo de su cuna a una cama.
Estas son algunas útiles recomendaciones del libro What to expect: the toddler years (¿Qué esperar? La primera infancia). Los autores recomiendan hacer la transición a la cama después de los 36 meses de edad, no antes, porque a esa edad tu pequeño comenzará a comprender mejor los conceptos abstractos de las reglas y los límites. Un buen indicador para hacer el cambio es que tu hijo te sugiera dejar la cuna.
- Cuando tu pequeño esté listo, celebren la transición.
- Trata de colocar la cama en el lugar en el que estaba la cuna.
- Los pediatras recomiendan que acuestes a tu hijo 12 horas después de que haya despertado o alrededor de 5 horas después del final de su siesta vespertina.
- Crea una rutina divertida para ir a dormir y habla de eso con él. Deja que tome algunas decisiones, como elegir qué hacer primero: ponerse la pijama o lavarse los dientes.
- Aprovecha la hora de acostarlo para pasar tiempo de calidad juntos y que tu hijo se sienta querido y seguro.
- Dale la cobija, los peluches o los objetos familiares que solía tener en su cuna.
- Si se levanta en la noche, sé firme y regrésalo a su cama de manera calmada y en silencio. Tomará un poco de tiempo, pero tu pequeño comprenderá el mensaje.
- Evita aceptar excusas de última hora para no dormir.
- Sé empática y paciente mientras se acostumbra al cambio.