Puntos clave:
1. Las infecciones de oído, también conocidas como otitis o infección del oído medio, son causadas por bacterias, virus o alergias, resultando en una obstrucción en el tubo de Eustaquio que afecta el oído medio; a menudo siguen a resfriados o infecciones respiratorias, especialmente comunes en niños.
2. Cuando los bebés tienen infecciones de oído, la parte media se hincha y puede llenarse de líquido, causando molestias; estas infecciones a menudo se resuelven por sí solas en días o semanas, con recomendaciones ocasionales de antibióticos.
3. Las infecciones de oído crónicas pueden provocar problemas auditivos, subrayando la importancia de notificar a un médico, especialmente con frecuentes ocurrencias.
4. Las causas de las infecciones de oído incluyen factores como la anatomía del tubo de Eustaquio, el tamaño de las adenoides, la asistencia a guarderías o preescolares y la historia familiar; los síntomas abarcan dolor de oído, problemas de sueño, inquietud, falta de apetito, acumulación de líquido y más; el alivio del dolor implica consulta médica, compresas tibias y seguir la orientación del pediatra.
Las infecciones de oído, también conocidas como otitis media u otitis media aguda (cuando son infecciosas), son causadas por bacterias, algún virus o una alergia que provoca un bloqueo en la trompa de Eustaquio y afecta al oído medio. Por lo general, aparecen tras una gripa u otra infección de las vías respiratorias. Estas infecciones son comunes en niños y constituyen una de las razones más comunes por las que la gente visita a su médico.
Cuando los bebés tienen infecciones en el oído, la parte media del mismo se inflama e, incluso, puede llenarse de fluidos como pus. Esto puede ser muy molesto para los pequeños. La mayoría de las veces estas infecciones se curan solas. Por lo general, los síntomas disminuyen en los primeros días y en una o dos semanas ya no hay ningún síntoma o molestia. Incluso a veces no hay necesidad de administrar medicamento alguno. No obstante, en ciertas ocasiones, los médicos pueden recomendar antibióticos para tratar la infección.
Por otro lado, si las infecciones en el oído son crónicas y los fluidos persisten, éstas pueden causar problemas de audición. Por lo tanto, es importante notificar a tu doctor si tu pequeño tiene una infección de oído, especialmente si has notado que esto ocurre con cierta frecuencia.
¿Cuáles son las causas de las infecciones de oído?
Las infecciones son más comunes entre los dos y cuatro años de edad, y esto se debe principalmente a que:
- Las trompas de Eustaquio son más cortas y horizontales, lo que hace que la entrada de bacterias o virus sea más fácil. Además, el hecho de que las trompas sean estrechas y suaves hacen que se favorezca la obstrucción.
- Los adenoides, tejido encontrado en la garganta, son grandes en los niños y pueden llegar a tapar una parte de las trompas.
- Asistir a guarderías o centros de preescolar pueden incrementar las infecciones.
- Son más comunes en niños que en niñas, en especial en quienes tienen antecedentes genéticos o familiares.
¿Cuáles son los síntomas?
- Dolor en el oído
- Dificultad para dormir
- Llanto inusual e inquietud
- Disminución del apetito
- Derrame o acumulación de fluido en el oído
- El niño no responde a preguntas o sonidos de bajo volumen
- El oído drena fluido
- El niño se tira de las orejas
- Fiebre
- Náusea
- Vómito
¿Cómo logro disminuir el dolor?
- Si notas que tu pequeño tiene una infección en el oído, no dudes en llevarlo al pediatra.
- Coloca una compresa tibia sobre el oído afectado para disminuir el dolor.
- Sigue las instrucciones de tu médico, en especial si recetó algún medicamento tomado o gotitas que debas colocar en el oído de tu bebé.
¿Cómo puedo reducir el riesgo de que mi bebé padezca infección de oído?
- Recuerda lavar tus manos con cierta frecuencia y asegurarte de que las manos de tu pequeño también estén limpias.
- Cerciórate de que tu bebé esté al día con las vacunas; algunas de ellas ayudan prevenir este tipo de infecciones.
- Evita tener contacto con personas que tengan alguna infección, en especial en las vías respiratorias.
- Si fumas, asegúrate de que tu pequeño no sea fumador pasivo, ya que esto puede contribuir a que sufra infecciones en el oído.
Recuerda que los dolores de oído no siempre son infecciones. En ciertas ocasiones, el dolor ocurre cuando los dientes comienzan a salir, cuando tu pequeño tiene el oído obstruido por un objeto o cuando tiene un tapón de cerumen dentro del mismo. Cualquiera que sea el motivo, no dudes en contactar a tu pediatra para que verifique la causa y te dé las indicaciones de tratamiento más adecuadas.