Puntos clave:
- La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomendó anteriormente que los bebés no pasaran tiempo frente a una pantalla durante los dos primeros años de vida, pero los recientes avances tecnológicos han llevado a una reevaluación de esta postura.
- La tecnología es parte de nuestra vida diaria y los niños aprenden a través de la imitación, por lo que es importante brindarles experiencias apropiadas y educativas frente a la pantalla que impliquen la interacción con los padres y sus seres queridos.
- El aprendizaje en la primera infancia se desarrolla mejor a través de interacciones cara a cara que involucran lenguaje, juego y movimiento, y las pantallas no pueden reemplazar estas valiosas experiencias.
- l seleccionar aplicaciones educativas para niños, los padres deben buscar aplicaciones que sean activas, entretenidas, significativas y sociales, y que fomenten la participación y las interacciones cara a cara.
¡Las tabletas y los smartphones son geniales! Nos permiten comunicarnos con amigos y familiares que viven lejos, organizar nuestro día, nos muestran cómo llegar a nuevos lugares, nos ayudan a hacer reservaciones, comprar, leer y mucho más. Incluso existe una infinidad de aplicaciones que incluyen un extenso catálogo sobre y para niños. Permitir o prohibir el tiempo frente a pantallas para los bebés plantea un debate en curso en el ámbito de la educación de la primera infancia. ¿Los bebés pueden estar expuestos a pantallas? Si es así, ¿por cuánto tiempo?
El debate sobre tiempo frente a pantallas con los bebés
La primera postura de la Academia Americana de Pediatría (AAP) con respecto al uso de la tecnología con los bebés fue prohibir el uso de pantallas durante los dos primeros años de vida. Sin embargo, este lineamiento data de hace 15 años y hoy ha llegado a ser cuestionada por especialistas en el área de pediatría.
El comité sobre medios de la AAP ha reevaluado su postura sobre el tiempo frente a pantallas debido al reciente boom tecnológico. Ahora están de acuerdo en que una prohibición completa ya no es viable. Por lo tanto, en los próximos años se prevé un cambio en los lineamientos de la AAP sobre el uso de medios digitales y audiovisuales.
La tecnología cambia todos los días y nos guste o no, es parte de nuestra vida diaria; se ha convertido en parte de nuestra realidad. Nuestros hijos nos ven usar nuestros teléfonos y tabletas todos los días y hay que recordar que aprenden a través de la imitación. Por eso, necesitamos una nueva forma de definir y utilizar estas herramientas, que es lo que son, herramientas. Necesitamos asegurarnos de que cuando nuestros hijos estén expuestos a las pantallas, les demos aplicaciones adecuadas e interactuemos con ellos, para que su experiencia sea lo más educativa y social posible.
Proceso de aprendizaje durante la primera infancia
Antes de cumplir los dos años, nuestros pequeños experimentan un aprendizaje acelerado. Las investigaciones han comprobado que aprenden mejor de las interacciones cara a cara y comprenden el lenguaje incluso antes de poder hablar. Por lo tanto, hablar, leer, jugar con tu hijo y permitirle moverse libremente le ayudará a desarrollar habilidades lingüísticas, cognitivas y físicas; así como su coordinación, percepción visual y mucho más. El tiempo frente a pantallas no puede reemplazar estas valiosas experiencias de aprendizaje.
Aunque la tecnología proporciona sonidos, imágenes y voces, no puede mantener una interacción bidireccional. Es decir, si tu pequeño sonríe, el dispositivo no puede devolverle la sonrisa, ¡pero tú sí puedes!
Por simple que parezca, las interacciones sociales ayudan enormemente a tu hijo y le brindan una oportunidad maravillosa para establecer vínculos afectivos. Ahora, gracias a todos los avances tecnológicos, existe una manera de mantener interacciones sociales enriquecedoras a través de plataformas de chat de video como Skype y FaceTime. Estas aplicaciones permiten que nuestros bebés entren en contacto y aprendan de seres queridos que no pueden visitarlos en persona. Este tipo de uso de la pantalla genera interacciones bidireccionales y facilita el aprendizaje y la socialización, mientras que otras aplicaciones solo proporcionan una distracción.
Los estudios científicos sobre tecnología son complicados porque la tecnología está en constante evolución. La publicación de un estudio académico puede llevar hasta cuatro años. Para entonces, el mundo de las aplicaciones que usan los niños ya ha cambiado drásticamente. Por esta razón, no está claro si pasar tiempo frente a pantallas antes de los dos años de edad perjudica o beneficia a los niños. Lo que sí sabemos es que tanto ellos como nosotros estamos cada vez más expuestos a las pantallas. El problema es que la mayoría de las aplicaciones son pasivas. Sabiendo que los bebés aprenden mejor cuando están activos, debemos buscar aplicaciones apropiadas que sean educativas e interactivas.
¿Cómo puedo elegir aplicaciones verdaderamente educativas?
Antes de permitir que tu pequeño use una aplicación en tu teléfono o tableta, juzga su contenido y verifica que sea activa, entretenida, significativa y social.
- Activa: invita a participar dentro y fuera de la aplicación.
- Entretenida: Tu hijo está comprometido y capta su atención.
- Significativa: El contenido de la aplicación se relaciona con la vida real de tu hijo.
- Social: Propicia interacciones cara a cara (hablar sobre la aplicación o comunicarse con otros a través de una plataforma).
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