Mucho se habla sobre la alegría innata de los niños, y es que la pregunta es: ¿Ellos vienen con el chip de la felicidad incorporado o somos nosotros los padres, los encargados de transmitirle ese sentimiento tan cotizado que trae consigo risas al por mayor? Y es que sí, la realidad es que siendo niños, la alegría y el reírse constantemente, debería ser un derecho natural. Aunque también es cierto que esto es algo que se construye, como los hábitos, como el carácter.
Si antes de tener hijos, solíamos levantarnos de mal humor, será todo un ejercicio diario, empezar a levantarnos con una sonrisa, porque nuestros pequeños se contagiarán de esa buena energía y sabrán transmitirla más adelante. Durante el día, debemos también propiciarles momentos en los que se diviertan naturalmente, y en el que afloren esas carcajadas tan lindas y contagiosas que casi siempre nos empeñamos en filmar. Ya sea con muecas, una canción que les divierta, cosquillas, un juego especial, todo vale y todo suma y es valido para ejercitar la felicidad.
No hay que dejar de pensar que durante los primeros años ellos miran al mundo a través de nuestros ojos, por lo que si la risa abunda, la felicidad será la guía que los conduzca en su camino, y siempre encontrarán en ella una herramienta para atravesar esos momentos en que la tristeza se vuelva protagonista. De hecho deberíamos aprender de aquellos momentos y aquellos gestos que siendo tan mínimos para nuestro entender, provoquen tanta alegría en el universo de los niños.
Es interesante ver, como de grandes necesitamos «buscar» la alegría y la risa, ya sea en una película cómica, o llamando a ese amigo que nos hace reír. En cambio para los niños, la risa es algo tan natural y no tienen que salir a buscarla afuera, ya que si les enseñamos de chicos, y les ejercitamos el hábito, siempre encontrarán la felicidad dentro de ellos mismos. Por todo esto, enseñémosle a nuestros hijos que la risa contagia, el humor cura, la diversión en sí misma trae felicidad, y de esta manera encontraremos casi sin pensarlo, que el día de mañana ellos serán personas felices que sabrán transmitirle lo mismo a sus hijos, nuestros nietos.
Más sobre Leila
Mamá de un niño que es mi mejor obra. Sé que soy su nexo con el mundo, por eso trabajo para mostrarle lo más lindo que tiene esta vida: el amor, la familia, los amigos. Busco todos los días ser una buena madre para mi hijo – aunque a veces cueste el camino. Hace años trabajo en el área de comunicación, soy fanática de las redes sociales: Facebook, Twitter, e Instagram. Adicta a la lectura y escritura en mis tiempos libres, mamá de tiempo completo y hoy feliz de ser una madre Kinedu.