Puntos clave:
- Acepta el cambio y crece a partir de él; arriésgate y persevera ante los desafíos.
- Valora la experiencia de ser madre y reconoce tu crecimiento como persona más allá de ser mamá.
- Celebra los hitos y disfruta los preciosos momentos con tu hijo.
- Recuerda priorizar el autocuidado, el crecimiento profesional y las relaciones fuera de la maternidad.
Querida yo del futuro cercano:
Te escribo para decirte que soy nuestra mayor admiradora después de haber vivido momentos tan importantes que me llevarán a ti. Te digo todo esto mientras me pregunto cuándo volveré a tener tiempo para dormir o cuándo terminaré ese proyecto. O incluso si guardé los platos en el lugar correcto. Cuando llegue a ser tú, quiero que me recuerdes con cariño y pienses en la sabiduría que he adquirido.
Estoy agradecida por experimentar el cambio y encontrar formas de crecer a partir de él, en lugar de encogerme por ello. Futuro yo, continúa asumiendo riesgos y enfrentándote a la adversidad. El tiempo que pases en las trincheras valdrá la pena.
Eres una mejor persona, no porque ahora seas mamá (de una bebé preciosa con pestañas increíbles), sino porque siempre estás ahí. Y todos los días estás presente. Futuro yo, siente el apoyo de los días que ya pasaron y de los que vendrán.
Nos esperan tantas cosas a la vuelta de la esquina. ¡Nuestra bebé comenzará a gatear! ¡A caminar! ¡Nos llamará! Cuando ella gatee, piensa que es porque la alentaste a pasar tiempo boca abajo, le hiciste caras graciosas y la ayudaste a estar cómoda mientras fortalecía sus músculos.
¿Cómo te sentirás cuando nuestra bebé diga nuestro nombre? Mi yo del presente no puede encontrar las palabras para describir lo que creo que voy a sentir. Disfrútalo, yo del futuro, y recuerda cómo te sentiste antes de que tu bebé te susurrara esas palabras.
¡Encuentra consuelo en la inquietud, el redescubrimiento de ti misma y el dolor o la preocupación que puede traerte esta nueva etapa!
A medida que forjes nuevos caminos, recuerda hacer una pausa y celebrar también. Estamos detrás de todo lo que nuestra bebé ha estado trabajando y seguirás siendo su mejor maestra y entrenadora.
Y este año, cuando llegue su primer cumpleaños, el «yo» que eras y en el que te has convertido seguirá transformándose. Sin embargo, espero que puedas tomarte un respiro y recordar a tu yo de meses atrás. Ahora, serás madre de una niña pequeña, no de una bebé. ¿Qué significará eso para ti? ¿Para tu pareja? Será momento de volver a pensar qué es lo más importante para ustedes durante esos momentos vertiginosos.
Y, yo del futuro, créeme porque llegué hasta aquí un poco magullada y rota: dedícate tiempo a ti misma, invierte en tu vida profesional, tu bienestar y tus amigos. Sí, somos mamás, pero eso no es todo lo que somos. Recuerda que también eres hija, esposa, amiga, colega, ¡y todo esto es lo que te hace a ti ser tú!
Futura Jimena, superarás todo lo que se te presente. Estoy realmente orgullosa de quienes somos hoy en día.