Una intoxicación se produce cuando comes algo contaminado con alguna bacteria, virus o toxina y eso te provoca náuseas, vómito o diarrea. Cuando estás embarazada, una intoxicación puede confundirse con las náuseas matutinas o alguna otra enfermedad. Si los síntomas aparecen de repente, sientes que las náuseas son diferentes a tus mareos habituales o crees que comiste algo que estaba echado a perder, es probable que te hayas enfermado por algo que comiste. Si no estás segura o los síntomas persisten, consulta a tu doctor para descartar cualquier virus o infección. Normalmente, las intoxicaciones no afectan al bebé. Definitivamente te sentirás mal y no podrás tratarte con los medicamentos habituales, pero tu bebé está a salvo. Sin embargo, hay bacterias como la listeria que, si no se tratan adecuadamente, pueden afectar al feto. La listeria es una bacteria que puede encontrarse en alimentos crudos como los embutidos o los quesos no pasteurizados. Esta bacteria es peligrosa para el bebé, pero es muy raro contraerla porque no se recomienda que comer alimentos crudos o sin pasteurizar durante el embarazo. Cómo tratar una intoxicación durante el embarazo El riesgo más importante de una intoxicación es la deshidratación. Si te enfermas, bebe agua a lo largo del día. Comienza con pequeños sorbos y conforme puedas tolerar los líquidos aumenta las cantidades. Puedes diluir una bebida energética (deportiva) en agua para recuperar los electrolitos perdidos, solo cuida tu consumo de azúcares. Descansa mucho e hidrátate, no hay mejor remedio que eso para ayudarle a tu cuerpo a recuperarse. Asegúrate de consultar a tu médico. Algunos tipos de intoxicaciones son peligrosos, pero tu doctor te dará las instrucciones para combatirlo. También, si sientes que estás deshidratada y los vómitos y la diarrea persisten, es posible que tu doctor deba internarte para darte fluidos vía intravenosa. Cómo evitar una intoxicación |

Intoxicarse durante el embarazo
enero 15, 2018