Todos queremos criar hijos que tengan alta motivación. No sólo porque podría conducir a buenas calificaciones en la escuela, sino porque es un factor importante para el éxito en la vida. Ayudar a que los niños tengan una pasión por desarrollar su conocimiento es una gran virtud. Cuando un niño tiene un deseo de aprender, comprende y recuerda la información durante un período de tiempo más largo, y no sólo eso, ¡también son más persistentes y se entusiasman más por hacer trabajos más retadores!
Idealmente, todos quisieran que sus hijos sean así, que se enfoquen en aprender y no tanto en sus calificaciones; en mejorar, y no sólo demostrar que son inteligentes; que disfruten el camino del aprendizaje.
En general, hay dos tipos de orientaciones de meta adoptadas por las personas: metas de dominio y metas de rendimiento. Las metas de dominio se centran en el aprendizaje, el deseo de saber, curiosidad, preferencia por el reto y la mejora; mientras que las metas de rendimiento se enfocan en mostrar competencia contra otros, en la consecución de metas extrínsecas como calificaciones, recompensas y aprobación de padres y maestros. Estudios han demostrado que tener una orientación hacia metas de dominio conlleva más beneficios – algunas de sus cualidades positivas son: la persistencia, el deseo de aprender y la búsqueda de retos para mejorar e incrementar sus conocimientos y habilidades.
Pero, ¿cómo pueden tener los niños este tipo de mentalidad – una que se oriente en el alto compromiso y entusiasmo por el aprendizaje, así como la capacidad de recuperarse al momento de fallar?
Continue reading →